Puede definirse como una película romántica, como un filme de amor a los animales, pero lo que indudablemente pretende esta película es aprovechar el gran tirón comercial del joven actor Robert Pattinson, en la cresta de la ola por encarnar al vampiro Edward Cullen en la saga Crepúsculo.

    Agua para elefantes, como ocurre con muchas  películas actuales, es la traslación al cine de un best seller: la novela homónima de la canadiense Sara Gruen.

    Ambientada en depresión americana del año 1929, el arranque es de lo más escapista: el deseo de un joven estudiante de veterinaria (Jacob) por huir de su pasado le llevará  a trabajar  en un circo, dirigido de forma peculiar y despótica por su megalómano propietario: August. Pronto su especial facilidad en el trato con los animales le servirán  a Jacob para entablar amistad con la bella Marlena, esposa de August, y rutilante estrella del espectáculo circense, quien siempre trabaja en números estelares con animales…

    Agua para elefantes visualmente preciosista cuenta con imágenes poderosas: sobre todo aquellas en las que interviene una elefanta, de nombre Rosie en la película. Estas instantáneas tienen cierto halo mágico y recuerdan películas clásicas que tenían como escenario  el Circo (recuerden El mayor espectáculo del mundo o El fabuloso mundo del circo)  además de todas las intrigas que se dan en un círculo humano tan cerrado. Pero, lo que realmente prima en Agua para elefantes,  es el enamoramiento que el joven veterinario siente por la esposa de su jefe, por lo que enlaza con otras superproducciones donde la pasión les arrastra al adulterio (léase El paciente inglés o la clásica Doctor Zivago). En esta historia de tira y afloja sentimental Pattinson realiza un trabajo correcto, Reese Whiterspoon demuestra nuevamente que es una buena actriz (a pesar de su aspecto de "chica pija")  pero la que se lleva, no sé si el agua pero si parte del protagonismo, es la elefanta.

   En resumen, bellas postales con un Pattinson menos maquillado y más atractivo que en la saga Crepúsculo que, sin duda, gustará a las adolescentes que se tragan este tipo de producciones románticas

Para: Románticos empedernidos que adoren ese tipo de literatura.