Sr. Director:
La nueva ley de aborto nos confiere un derecho que ni es natural ni queremos ni hemos pedido, pues no somos asesinas sino madres, a quienes les es propio cuidar y defender la vida.

 

Mentira lo de la secretaria de Política Internacional del PSOE, Srta. Valenciano: ahora "el nasciturus está más protegido. Por su parte, Bibiana Aído (ministra de Igualdad) defiende la constitucionalidad de la ley que convierte el aborto en un derecho. Una cosa sabe la autora de la ley: para qué la nombró Zapatero, y cómo sortear la doctrina del Constitucional diciendo que el nasciturus hasta los tres meses es un ser vivo pero no humano (lo mismo que Hitler de los judíos), contra el sentido común y los modernos descubrimientos científicos.

O sea, Srta. Bibiana, que yo lloraba a lo tonto cuando temí por la vida de mi hijo nonato. ¿Sabía usted que la Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948) dice tajante: todos tienen derecho a la vida (art. 3º); y nuestra Constitución ( art. 15); y el artículo 2º de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea;  y la Declaración Universal de los derechos del niño, que  ordena la debida protección legal, tanto antes como después del nacimiento" y una atención sanitaria prenatal para proteger la vida y salud del niño nonato (Art. 24)? No vamos a olvidarlo, ni el 5º Mandamiento de la Ley de Dios: No matarás.

María Victoria Camino Morales