La última EPA ha evidenciado con toda crudeza el declive económico de Cataluña.
Barcelona se ha convertido en la provincia con más parados de España. Y la situación en el resto de Cataluña no es para tirar cohetes con, por ejemplo, la provincia de Gerona que ya supera a Cáceres en tasa de paro, algo inimaginable hace algunos años.
La economía catalana está sencillamente en caída libre. Es curioso que con el franquismo Cataluña era la región más rica y el motor económico número uno de España. Y eso que vivíamos en un estado centralista y todo se gestionaba y decidía desde ese siempre pérfido y malvado "Madrit".
Ahora los gobernantes catalanes tienen más autogobierno que nunca y la situación es desastrosa. ¿Alguna reflexión, señores Jordi Pujol y Artur Mas?
Francisco Gombau