Hacia una Europa de 27 controlada por dos: Alemania y Francia. Los intereses de los dos grandes no son los de medianos y pequeños, tampoco los de España
Bruselas analizará las cuentas públicas de los estados miembros antes de su aprobación por los parlamentos nacionales. Es lo que ha aprobado el ECOFIN, Consejo de Ministros de Economía de la UE, en la mañana del martes. En otras palabras: se liquida la soberanía presupuestaria de los países, siempre según los criterios de estabilidad económica que el consenso imperante en Europa, y sobre todo la imposición de Alemania y Francia, se concreta en el famoso 3% de déficit público.
Los alemanes llegaban a la reunión incluso con una propuesta aún más dura: la de que el incumplimiento del Pacto de Estabilidad conllevara pérdida de poder político, de derechos de voto en las instituciones comunitarias.
Al final, todo nos lleva a un proceso de Unión Europea bajo la égida de Berlín y París: 27 países donde mandan dos. Y lo malo es que las tendencias presupuestarias de los países pequeños y medianos, también de España, no son los mismos que las de los dos grandes, de la misma forma que las necesidades presupuestarias de los países pobres nada tienen que ver con las de los ricos. Tanto la fiscalidad como los salarios son muy distintos entre pudientes y menesterosos, con lo que igualar a los desiguales se convierte en otra gran desigualdad. Y, en el caso europeo, en una colonización de los países periféricos a mano de dos gobiernos: el alemán y el francés.
Eulogio López
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