Blesa le propone como consejero de Endesa. No se puede excluir que Caixa y Caja Madrid controlen al alimón la futura Endesa. Las principales empresas españolas ya no las controlan los dos grandes bancos, sino las dos grandes cajas de ahorros.
La operación por la que Caja Madrid ha aumentado su participación en Endesa del 5 al 10% se ha convertido en una de las claves del año en España. Clave para el sector energético, e incluso para le conjunto de la política económica. Hasta ahora se ha interpretado como una bofetada de la biutiblú o casta empresarial del aznarismo. No sólo es también refleja qué es lo que está ocurriendo en la casta empresarial española, y las nuevas alianzas que se están produciendo.
Es verdad que, en parte, la operación hay que verla como un revés para el hasta ahora todopoderoso ministro de Industria, José Montilla. Pero el nombre clave que faltaba por añadir al rompecabezas, el muñidor primero de la operación, asesor áulico del presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, se llama Aldo Olcese, un intermediario financiero que, como la sal de todos los platos, anda siempre a la búsqueda de la gran operación, a pesar de que el número de intentos fallidos supera al de éxitos.
Confía Blesa en Olcese como en su día confió Pedro Ballvé, de Campofrío, y aún anda metido en el laberinto de Telepizza. Pero el caso es que a Blesa la operación Endesa, por el momento, se le ha saldado con éxito. Por eso, el presidente de Caja Madrid quiere que Aldo Olcese se convierta en el nuevo consejero de la eléctrica en representación de la entidad de ahorro.
No sólo es Olcese vende que sus relaciones con Ricardo Fornesa, el presidente de La Caixa, y todavía propietario del 5% de Endesa, posibilita que ambas cajas de ahorros actúen al unísono en la compañía. La presencia de La Caixa, además, tranquilizaría al gobierno socialista, que se considera - quizás sin mucho fundamento - mentor de La Caixa.
En definitiva, en contra de las interpretaciones más habituales, repetimos lo que ya publicamos en nuestra edición de ayer: el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, se enteró de la operación horas antes que la Comisión Nacional del Mercado de Valores o que la prensa. Para Blesa, que salvo vuelco electoral en Madrid tiene asegurada la presidencia de la caja capitalina hasta el 2009 y que incluso podría renovar hasta 2015, la presidencia de Endesa siempre resultaría apetitosa como recambi la economía real tiene sus atractivos. Pero eso, insistimos, sólo en el caso de perder la presidencia de Caja Madrid. La compra de Endesa tiene algo de operación Brufau, el ex director general del grupo industrial el La Caixa, hoy presidente de su participada Repsol YPF.
Además, Olcese es un especialista en los maridajes políticos. Estamos hablando de un hombre que ha formado parte del tanque de ideas Aznar, la FAES, codo a codo con Manuel Pizarro. Es más, Olcese convenció a bancos y grandes empresa para que patrocinaran la Fundación de Estudios Financieros, dependiente del Instituto de Analistas Financieros, en un puente entre Aznar y el universo financiero y empresarial. Pues bien, ahora esa misma fundación se acerca al gobierno socialita a través del secretario de Estado y asesor personal de Zapatero, Miguel Sebastián.
Sí, de la operación Endesa depende el futuro del sector energético, pero también los nuevos núcleos accionariales que controlarán las principales empresas españolas, y que ya no serán los dos grandes bancos (SCH y BBVA), sino las dos grandes cajas de ahorros (Caixa y Caja Madrid).