- Merkel hace realidad 'La Última Escapada', de Michael O'Brien.
- Estudiar en casa constituye todo un delito en Alemania, mientras el aparato estatal estadounidense colabora en la imposición ideológica.
- En Alemania alguna familias prefieren educar a sus hijos en casa para que en la escuela no se les inoculen ideologías opuestas a sus creencias, como la ideología de género o el homosexualismo político.
Uwe y Hannelore Romeike abandonaron Alemania en 2008 después de que las autoridades los multaron y llevaron a sus hijos a la fuerza porque los niños estudian en casa y no en la escuela. En 2010 un juez de inmigración de EEUU concedió asilo político a los Romeikes. Fue la primera vez que se concedió asilo debido a las leyes de escolaridad obligatoria. El juez dictaminó que la familia tenía miedo legítimo de persecución en Alemania, donde un pequeño grupo de familias que educan a los niños en el hogar fue arrestado y multado, e incluso perdió la custodia de sus hijos.
Sin embargo, el Departamento de Seguridad Nacional se opuso de inmediato a la decisión del juez. El Fiscal General de los EEUU, Eric Holder (en la imagen), también se opuso con el argumento de que la ley alemana que prohíbe la educación de niños en el hogar no viola los derechos fundamentales de la familia cristiana.
Si los Romeikes son obligados a regresar a Alemania, esta familia cristiana enfrentará multas enormes y sanciones penales, e inclusive los padres podrán perder la custodia de sus cinco hijos en edad escolar.
En Alemania alguna familias prefieren educar a sus hijos en casa para que en la escuela no se les inoculen ideologías opuestas a sus creencias, como la ideología de género y el homosexualismo político. Pero hay más ejemplos de familias alemanas que deseaban educar a sus hijos en casa y que han sido perseguidos por el Estado. Con estos ejemplos, se hace realidad el argumento de la novela 'La Última Escapada', de Michael O'Brien, la cual denuncia la imposición de una ideología estatal de manera totalitaria, incluso en la escuela.
Y en esta deriva hacia el totalitarismo ideológico colaboran no sólo el Gobierno alemán, sino otros gobiernos, como el de EEUU.
La libertad de los padres para educar a sus hijos queda así, una vez más, gravemente pisoteada.
Andrés Velázquez
andres@hispanidad.com