A una semana de cerrar el semestre, el Íbex vive la última sesión de la semana con inestabilidad. Tras un jueves en el que se produjo la mayor caída del año (-2,8%), el viernes el selectivo se despertó con ganas de subir. Y lo hizo con timidez en las primeras horas, con una tímida ganancia del 0,9%, suficiente para superar los 10.000 puntos. Pero el optimismo no duró demasiado y el gráfico del Íbex inició a mediodía una caída que le colocó en números rojos (-0,8%). Solo al FT100 londinense le iba peor que a la bolsa madrileña.
Lo cierto es que, en lo que va de año el Íbex continúa en números negros. Por los pelos porque, tras el batacazo del jueves, la ganancia era del 0,8%. Peor le ha ido a Londres, que en el semestre que termina va perdiendo un 3,8%, y al Eurostoxx, que se deja un 3,2%.
Entre los que salen ganando destaca Alemania. Los grandes beneficiados ganan un 3,4% y se sitúan a la cabeza de las bolsas europeas. En el resto del mundo solo el Dow Jones mejora los beneficios del Dax entre enero y junio, con una subida del 4,1%.
En cuanto a la prima de riesgo, la situación parecía calmada a medida que avanzaba el año. Pero en los últimos días ha vuelto a dispararse. El último máximo se había registrado al cierre de los mercados del día 11 de enero 11, cuando el diferencial de los bonos españoles a 10 años se situó en 260 puntos básicos, una prima del 2,67% con respecto a los bonos alemanes. Este viernes, la amenaza griega hacía subir la prima de riesgo hasta los 277 puntos básicos: el interés del bono español a diez años es del 5,6% frente al 2,9% del "bund".
Mariano Tomás
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