Abertis es actualidad porque, por un lado, ACS, todavía propietaria del 25% del capital, asegura haber comprado iberdrolas y haber recuperado -acciones más derivados- sus derechos políticos sobre el 12,2%, los que había perdido tras no haber acudido a las ampliaciones (se había quedado en el 11,7%). Se supone que con la venta de su paquete en Abertis y de la división de logística portuaria tenía dinero para comprar iberdrolas, aunque a la constructora también se le ha disparado la deuda, que es su principal problema.
Por lo que respecta a Abertis, el ascenso de Francisco Reynés a la Consejería delegada ha abierto un sinfín de polémicas. En la City barcelonesa se da por supuesto que Salvador Alemany dará el salto a la política como conseller de Economía en cuanto Artur Mas gane las elecciones.
Ahora bien, lo sorprendente es que tanto en Abertis, como en Criteria, en todo el entorno Caixa, aseguran que eso no es verdad. Alemany no dará el salto a la política, y mantendrá el cargo de presidente ejecutivo, que controla el Consejo de administración, la Comisión Ejecutiva y el Comité de Dirección, tres organismos que preside.
Es más, el hecho de que Criteria decidiera no entrar en la operación de apalancamiento de Florentino Pérez y el fondo CVC ha asentado más a Salvador Alemany en la cúspide. Si él quiere, tiene toda la confianza del presidente de La Caixa y de Criteria, Isidro Fainé, para continuar al frente de Abertis como primer ejecutivo.
Y no será una etapa fácil. Veamos, es una sociedad instrumental la que adquiere el 25 por 100 de ACS en Abertis. De esa sociedad, será CVC quien controle la mayoría (un 60%). Eso exigirá una reconversión en el Consejo de Administración.
Veamos: Criteria, que controla el 29% del capital, está representado en el Consejo de Abertis por Ricardo Fornesa, Isidro Fainé, Marcelino Armenter, Manuel Raventós, Leopoldo Rodés, Fracisco Reynés y Salvador Alemany.
Sobre un total de 21 consejeros, ACS dispone de Florentino Pérez (vicepresidente), Pablo Vallbona (Grupo March), Antonio García Ferrer, Javier Echenique, Ángel García Altozano y Julio Sacristán. Por su parte, en el consuegro de Florentino, Ernesto Mata, figura como consejero independiente.
La recomposición accionarial de Abertis tiene su enjundia. Primero por saber qué papel va a jugar el fondo CVC, cuya vocación no es la de hacer autopistas ni gestionar redes de TV o satélites. En segundo lugar, porque el choque entre ACS y Caixa, o, si lo prefieren, entre CVC y Caixa, vendrá cuando Florentino y los gestores de capital riesgo pretendan vender activos para rentabilizar su inversión, algo que difícilmente interesará al socio que pretende quedarse, es decir, a La Caixa.
Eulogio López
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