Sr. Director:

No sé para que pueda servir la Alianza de Civilizaciones que promueve nuestro presidente.

Lo bueno es que cada cual tenga la suya, que sea fiel a su cultura y sus raíces sin que ello tenga que ser obstáculo para mantener buenas relaciones de unas con otras. Es cierto que con el Islam hay divergencias notables que pueden dificultar esa relación, pero también me parece baladí intentar establecer con el mismo cualquier tipo de alianza, puesto que de continuar las cosas como ahora, dentro de unos años no hará ninguna falta.

Las últimas proyecciones demográficas hablan de que España perderá un 25 % de la población autóctona hasta el 20025. Ni la ley del divorcio exprés, ni la del ‘matrimonio' homosexual, ni el dar facilidades para el aborto, ni las dificultades para encontrar vivienda, etc. favorecen a la familia y la natalidad.

Los 2.500 euros por hijo, prometidos por Zapatero, no dejan de ser un parche; tan sólo el sueldo de uno o dos meses. España se está convirtiendo en un país sin niños. Este vacío lo  aprovechará la inmigración; principalmente el Islam cuyos índices de natalidad por razones culturales y religiosas es mucho mayor que el nuestro.

Si se sigue destruyendo la familia, dentro de cincuenta años España será de nuevo Al Andalus. ¿Para qué entonces la Alianza de Civilizaciones si sólo habrá una?

Anna Batista

annabatista07@yahoo.es