Parecía que los días de las stock options de Villalonga había pasado. Pero nos equivocamos. En la Junta de Accionistas de este miércoles, los señores accionistas de Telefónica han aprobado un plan de incentivos a largo plazo, consistente en la entrega de acciones de Telefónica SA ligado a la evolución de la cotización de la acción con una duración prevista de 7 años.
Siete años del plan, pero dividido en ciclos de duración de tres años. Por ejemplo, el primer ciclo comienza el 1 de julio de 2006 y finaliza el 1 de julio de 2009; el quinto comenzará en 2010 y se abonarán las acciones en el 2013. Para el primer ciclo se tomará en cuenta el valor bursátil de los 30 días previos al 11 de mayo. El plan tendrá un coste de 754.000.000 euros, equivale a un 0,2% del capital como máximo y podrán acogerse 1.900 directivos de la compañía.
El objetivo es mantener la fidelidad de los directivos evitando la marcha a otras compañías. Objetivo loable. Lo que no se entiende es por qué se trata de retener al personal mejor retribuido y se deja escapar a la competencia al personal técnico Una incongruencia con lo manifestado por el presidente Alierta en la junta, en la que apeló al esfuerzo de los empleados como el artífice de los buenos resultados del grupo.