El presidente de Telefónica, César Alierta, valoró la acción de la compañía alrededor de 22 euros. Incluso, en las mejores épocas, estima Alierta que cada participación debería rondar la horquilla de los 23 a 27 euros. Todos los presidentes suelen hacer estimaciones al alza del valor de sus empresas, pero en el caso de Telefónica el mercado parece haberle creído. Mientras en la recta final de la sesión el Ibex subía un 0,34%, los títulos de la teleco española incrementaban su precio un 1,7% hasta situarse en 15,740 euros.
Telefónica ha resultado ser uno de los valores más estables del parqué. Y ello porque, al final, lo que da resultado es premiar al accionista con dividendo y dejarse de ingenierías financieras. Alierta asegura que incrementar el dividendo, que este año llegará a 1,15 euros por acción, va en el ADN de Telefónica. Algo parecido ocurre cuando se trata de comprar empresas; la compañía se refuerza cuando paga con dinero su expansión en lugar de utilizar los papelitos.