• Los títulos de los Laboratorios catalanes que lidera Jorge Gallardo practican la escalera mecánica, al ritmo de noticias sobre sus fármacos.
  • En esta ocasión se trata del 'visto bueno sí-visto bueno no', de las autoridades norteamericanas sobre el bromuro de aclidinio.
  • En esta ocasión, el tobogán de Almirall supera el nivel que activa las alarmas de la CNMV.
  • Ya en 2008, la noticia sobre la posible venta del laboratorio por un fondo holandés disparó la cotización que, de inmediato, se derrumbó.
  • Los medios informativos, y sobre todo Internet, pasan a jugar un papel fundamental en el no demasiado amplio mercado español.

El 17 de febrero pasado, El Confidencial publicaba en su sección de recomendaciones lo siguiente:

"Los analistas de Exane han rebajado los precios objetivos de las farmacéuticas Almirall y Faes Farma. En el caso de la primera ha recortado el precio objetivo un 8%, hasta 1,2 euros -ayer cerró en 6,03 euros- y mantiene la recomendación de infraponderarPor su parte, Almirall ha avanzado en las últimas siete semanas un 13,5%".

La conclusión implícita del redactor es que ha subido mucho últimamente y que el Precio Objetivo se ha rebajado drásticamente, por lo que conviene vender y vale ya.

Siete días después, el 24 de febrero, el mismo El Confidencial informa del cambio súbito de expectativas (y de cotización al alza) del valor:

"Almirall se ha disparado esta mañana más de un 10% y supera los 6,5 euros, después de que uno de sus fármacos recibiera el jueves el apoyo de una comisión de expertos estadounidense, lo que aumenta las posibilidades de una aprobación final para este tratamiento para la tos de fumadores (el famoso bromuro de aclidinio)". O sea, que menos bromas con el bromuro, que ahora sí parece que va en serio lo de la aprobación de la FDA y los accionistas de la empresa podrían, presuntamente, forrarse... sin que, naturalmente, les estemos acusando de ser esa su intención.

Lo cierto es que, en esta ocasión, el tobogán de Almirall supera el nivel que activa las alarmas de la CNMV.

Precedentes

Almirall es la misma empresa cuya cotización sufrió un revés el 2 de septiembre de 2008 tras publicarse ciertas noticias desfavorables sobre la decisión de la Agencia Norteamericana del Medicamento sobre el mismo bromuro de aclidinio, un rumor difundido por varios medios de comunicación. Según ese rumor de mercado, "las acciones del laboratorio catalán Almirall han llegado a subir más de un 10% aunque poco a poco van perdiendo gas conforme se apaciguan los rumores de primera hora en los que se decía que un fondo holandés, Gilde, habría hecho una oferta de compra por el 29,9% del capital a un precio de 18,8 euros por acción, que supondría valorar a la compañía en unos 3.000 millones de euros".

En aquella ocasión fue el Sr. Lapetra de El Confidencial el que aclaraba la situación al día siguiente:

"Calentón, subida y desplome, un 42%, el mayor en España desde el crash de Astroc el 18 de abril en 2007. Figura clásica en bolsa de la generación de expectativas que luego no se cumplen. En la jornada del martes, el rumor de una OPA por parte de un fondo de inversión holandés a 18 euros por acción disparaba a Laboratorios Almirall en la apertura bursátil. El grupo catalán salía horas después al paso con un desmentido al que se volvían a remitir esta misma mañana portavoces oficiales de la empresa controlada por Jorge (en la imagen) y Antonio Gallardo Ballart con un 65% del capital".

Está claro que esta empresa farmacéutica cotiza en bolsa y en Internet.

Modus operandi

Como hubiera dicho un émulo de Gila, "alguien" tiene interés en "algo" y se las apaña para conseguirlo sin importarle ni medios ni desplumados.

Lo normal (sí, en nuestra bolsa es bastante normal) es que "alguien" difunda una información inminente y presuntamente falsa para empujar a los minoritarios y especuladores a que tomen la decisión equivocada.

Luego, "alguien" hace la contrapartida a los incautos y reúne la liquidez o los títulos en cuestión.

Y finalmente, "alguien" sale al día siguiente y aprovecha las noticias verdaderas y oficiales que ese "alguien" tenía sin duda que conocer.

Quién sea ese "alguien" (los cuidadores, los mayoritarios, casas de bolsa), nunca queda claro, como ya ocurrió la vez anterior en la misma Almirall.

Nos gustaría saber quién es ese "alguien" y si estas "bromas con el bromuro" le salen gratis. Cuando un mercado (bolsa o valor) es tan deficiente, no hay que entrar al juego de la valoración de expectativas: simplemente hay que alejarse de él hasta que se vean castigos y dimisiones.

Miriam Prat

miriam@hispanidad.com