La marcha de Fernando Alonso, actual campeón del mundo de Fórmula 1 al equipo McLaren Mercedes tiene una intrahistoria. Alguien ha dicho que Alonso ha roto con Telefónica y se ha ido con Vodafone, En parte es cierto, si Vodafone se compromete definitivamente en el patrocinio a la escudería angloalemana y al piloto de Oviedo. Ahora bien, Alonso no rompe con Telefónica sino más bien con Flavio Briatore, el simpático italiano que dirige el equipo Renault. Y la razón es muy sencilla. El manager de Alonso, Luis García Abad, en quien el asturiano confía ciegamente, considera que lo de Briatore y la Renault comenzaba a ser una especie de burla de los cerca de 12 millones de euros que Telefónica pagaba por el patrocinio, el piloto se quedaba con menos de dos. En definitiva, se macha Alonso porque está harto de las tomaduras de pelo de Renault en general y de Briatore en particular.
Sigue Renault con la Mutua Madrileña, que paga al año algo más de los 2 millones de euros, y que todavía tiene un año para disfrutar de los anuncios de Alonso con el uniforme azul de Renault.
En cualquier caso, lo grave viene ahora: ¿Qué será de Alejandro Agag, el yernísimo, sin los buenos oficios de Briatore? Agag está obligado ahora a recurrir, una vez más, a su otro gran amigo, Silvio Berlusconi.