Entre la crisis y las leyes que prohíben fumar en espacios públicos, el negocio del tabaco parecía condenado al fracaso. Por si quedaban dudas, el Gobierno aumentó los impuestos del tabaco, una medida justificada "por motivos de salud" pero de la que el Ejecutivo espera sacar un pellizco que le resuelva el problema del déficit público.
La multinacional destaca que los consumidores buscan "economizar" sus gastos, lo que ha provocado un descenso del 16% en el volumen total del mercado español, hasta 65.100 millones. Los fumadores que no sucumben a la ley antitabaco han cambiado los cigarrillos, cuyo volumen desciende el 18% en el consumo de cigarrillos, por la picadura, que aumenta exactamente en la misma proporción.
En su día Altadis ya anunció que el aumento del impuesto no lograría compensar el descenso de las ventas. La tabaquera, lo sufre en sus propias cuentas, que han visto una reducción en sus ingresos en España del 10,9% en el primer trimestre hasta los 287 millones de euros. En este caso, nuestro país sí es un caso especial para Imperial Tobacco, ya que el Grupo ganó un 34,4% más en el primer trimestre del año.
Para hacer frente a la subida de impuestos y a este descenso de beneficios, Altadis anunció este martes la subida de 10 céntimos en las cajetillas de sus marcas principales y ha distribuido una tabla con los nuevos precios.
Mariano Tomás
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