• Este martes termina el plazo para que las empresas interesadas en formar parte del núcleo duro de accionistas presenten su solicitud.
  • Suenan con fuerza Ferrovial y Corporación Financiera Alba, de la familia March, así como diversos fondos como CVC, Macquarie o KKR. Se cae Ryanair.
  • Ahora queda la segunda fase: ¿Revocará el Gobierno la congelación de las tasas tal y como le aconsejaba la CNMC

Lo veníamos avisando: el Gobierno iba a malvender AENA si la valoraba en 4.000 millones de euros, que es la cifra que ha barajado hasta ahora la ministra de Fomento, Ana Pastor y el director de la Oficina Económica de La Moncloa y primer ejecutivo de ENAIRE, Álvaro Nadal (en la imagen) y, por tanto, primer responsable de la privatización parcial -salida a bolsa- del gestor aeroportuario.

AENA no vale 4.000 millones de euros, sino 6.850 millones, a pesar de la congelación de tasas, hasta 2025, que aprobó la ministra Pastor y que sin duda ha dañado el valor de la compañía. La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tampoco entendió esa congelación de tasas durante diez años, en vísperas de la privatización de la compañía. ¿Y si alguien estaba especialmente interesado en bajar el precio de la operación para su beneficio personal No lo sabemos. Es sólo una hipótesis pero que podría explicar la infravaloración inicial de 4.000 millones de euros.

En cualquier caso, el proceso de privatización parcial (49%) sigue adelante y este martes se cierra el primer episodio: termina el plazo para que las empresas interesadas en formar parte del núcleo duro de accionistas presenten su candidatura. Suenan con fuerza Ferrovial -con gran experiencia en el sector- y Corporación Financiera Alba, el brazo inversor de la familia March. También se han dejado notar algunos fondos como CVC, Macquarie o KKR. La que se ha caído definitivamente es Ryanair. Mejor así.

Ahora, tras la 'revalorización' de AENA, queda la segunda fase: ¿Revocará el Gobierno la congelación de las tasas Seguro que la CNMC aplaudiría la decisión y los accionistas también. Pero las aerolíneas no.

Pablo Ferrer

pablo@hispanidad.com