• Se acoge a la 'prórroga' de cuatro meses que permite la nueva Ley Concursal para pactar esa reestructuración de la deuda.
  • La mejor opción sería una fusión con otras tecnológicas que también languidecen como Ezentis o Tecnocom.
  • El grupo Sherpa renunció este mes a comprar el grupo y la banca le dio hasta el 19 de diciembre para refinanciar la deuda.
  • Antes, también confió sin éxito en un fondo, Slon Capital, para su recapitalización, pero no compró finalmente el 20% ni inyectó capital.
  • Las dificultades de Amper han provocado fuertes caídas en bolsa tras su vuelta a la cotización.

Amper, que preside Jaime Espinosa de los Monteros (en la imagen) tiene un problema serio con la reestructuración de la deuda, que acosa a la compañía tecnológica desde hace meses. En la mañana de este lunes ha dado un paso más para ganar tiempo al presentar preconcurso de acreedores en el Juzgado de lo Mercantil, evitando así ejecuciones judiciales. El objetivo es conseguir un plan de recapitalización con los inversores que garantice la continuidad de la actividad industrial del grupo en España. Tras comunicar el hecho helevante a la CNMV, ésta decidió suspender la cotización. Cuando ha vuelto a cotizar, las pérdidas han oscilado entre un 12,5% y un 20%. 

La compañía dispone ahora de cuatro meses, durante el periodo de preconcurso, que le permite la nueva Ley Concursal, en el artículo 5 bis,  para pactar esa reestructuración de la deuda con los bancos y evitar declararse en concurso. No hay que olvidar que Amper está inmersa desde hace tiempo en un escenario de progresiva pérdida de cuotas y de negocio en el sector de proveedores de telecomunicaciones. Lo mismo sucede a otras empresas del ramo como Ezentis o Tecnocom. La mejor solución sería una fusión entre ellas.

En el caso concreto de Amper ha prorrogado varias veces este año los acuerdos con los bancos. Las dos últimas treguas en ese sentido fueron hasta el 30 de noviembre, que no acabó con el problema, y otra más reciente hasta el 19 de diciembre. Esta última tras la renuncia del grupo Shepa a comprar la compañía. También en abril anunció la entrada, después frustrada de Slon Capital, para hacerse con el 20% del capital. Slon iba a inyectar 15 millones de euros a cambio de ese 20%, pero puso como condición un acuerdo para la reestructuración de la deuda. El plazo venció a finales de julio, cuando anunciaron otro aplazamiento.

A pesar del último contratiempo que le ha llevado a esta situación, el de Sherpa, confía en llegar a acuerdos con grupos con los que ya ha mantenido negociaciones y otras alternativas.

Con el preconcurso, la empresa reconoce ante un juez su situación de insolvencia y cuenta con plazo adicional para renegociar y evitar declararse en concurso. "El consejo de administración ha acordado preservar los logros conseguidos hasta ahora después de un esfuerzo, que ha durado más de un año, de reducción de costes y presentar la comunicación prevista en el artículo 5 bis de la Ley Concursal ante el Juzgado Mercantil de Madrid", dice la empresa.

Amper fue José Manuel Arrojo -que llegó a controlar un cuarto de la compañía-, compró a 11 euros la acción y ahora valen menos de un euro (0,6, en concreto). Él es, o era, la historia viva de Amper, pero ninguno de sus socios le sirvió para consolidar la empresa, antaño filial de TelefónicaJavier Tallada se marchó y Enrique Bañuelos lo mismo. Luego llegó a la presidencia Jaime Espinosa de los Monteros, que compró el 20% de Amper a la sociedad de Bañuelos (Veremonte) e intentó en vano introducir a fondos (Slon) o al grupo Sherpa, a pesar del peligro que suponen: pan para hoy, hambre para mañana y muchas ganas de desguazar compañías, porque "la suma de las partes vale más que el todo".

Rafael Esparza

rafael@hispanidad.com