Actualmente es de 750.000 millones de euros. Los mercados se frotan las manos.
El rumbo que toma Europa con motivo de las crisis de los Estados cada vez es más incomprensible. Este lunes se discute la posible ampliación de la dotación al fondo de rescate que ya es de 750.000 millones y con el que se ha podido salvar a Grecia e Irlanda, y se pretende salvar a Portugal, y si llega el caso, a España, Bélgica o Italia.
Pero esa medida significa, al fin y al cabo, más gasolina al fuego de los rescates y la deuda soberana. Mientras los ministros de Economía de la eurozona discuten sobre el asunto, los mercados se estarán frotando las manos ante la perspectiva de más dinero para los rescates. Y es que si se amplía el fondo de rescate, habrá más dinero para poder salvar a los países que se encuentren en problemas y los mercados especuladores se cebarán.
Si no se producen rescates, claro que los países tendrán problemas para salir adelante, pero lo harán, como ha hecho Islandia (que no ha sido rescatada y que se hundió por la crisis financiera). Pero los especuladores saben que al final, si se rescata, quien paga es el contribuyente y eso no tiene importancia.
Alemania y Francia tienen razón cuando piden no aumentar ese fondo, pero quizás el motivo alegado no es el más acertado. Pero lo que parece claro es que si se acaba ampliando, muy probablemente la deuda española empezará a sufrir de nuevo problemas de confianza, subirán los intereses que se ofrecen por ellos y si llega el caso, será rescatado, pues los mercados encontrarán una mano que se haga cargo de los gastos.
Andrés Velázquez
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