Recita los versos de un poeta, pero mete la pata hasta el corbejón Martes 27 de enero de 2009. Se celebra en Madrid un acto de Estado en memoria del holocausto. Acude la vicepresidenta del Congreso,
Ana Pastor, que recita la poesía de
Martín Niemöller. La poesía original decía lo siguiente:
Primero vinieron a por los comunistas,
"Y yo no hablé porque no era comunista.
Después vinieron a por los judíos,
Y yo no hablé porque no era judío.
Después vinieron a por los católicos,
Y yo no hablé porque era protestante.
Después vinieron a por mí,
Y para entonces, ya no quedaba nadie que hablara por mí
Sin embargo, Pastor le cambio la letra y la destrozó. Así la interpretó la vicepresidenta del Congreso.
Primero vinieron a por los comunistas,
Y yo no hablé porque era comunista.
Después vinieron a por los judíos,
Y yo no hablé porque era judío.
Después vinieron a por los católicos,
Y yo no hablé porque protestante.
Después vinieron a por mí,
Y para entonces, ya no quedaba nadie que hablara por mí"
Una metedura de pata potente. No se olvidará en meses.
Por los demás, los laicistas que en el Gobierno son estaban muy escandalizados por el hecho de que muchos de los asistentes portaran la 'quipá'. ¿Por qué tienen qué llevar signos religiosos en un acto de Estado?, se quejaban. Muy divertido. Porque resulta que en la plaza pública no se puede mostrar la fe (cristiana o judía), sino sólo el ateismo militante. Todo un ejemplo de tolerancia.
(Nota de redacción: En nuestra primera edición adjudicamos erróneamente la información a la ministra de Educación, Mercedes Cabrera. No fue Cabrera sino Ana Pastor. Pedimos diculpas a la ministra y a nuestros lectores)