• El banquero pensaba aclarar el proceso al cumplir 80 años -octubre- pero ahora debe esperar: el Santander también es un 'banco familiar'.
  • Y el caso Salgado se enreda. Ahora, la operadora brasileña reduce sus expectativas de fusión con Portugal Telecom.
  • El Grupo está realizando una labor de zaga, discreta, para convencer a los accionistas institucionales de que es la persona más adecuada.
  • Y lo cierto es que Ana Patricia sigue acumulando currículo.
  • Además, Botín seguirá bien el Consejo durante un tiempo.
  • El cántabro comentó a sus consejeros la posibilidad de la sucesión.

Otro tamaño, pues es un país más pequeño, pero la familia Espirito Santo y el número uno de la entidad, Ricardo Salgado, expulsado por el Banco de Portugal, han creado un tsunami que ha afectado a otros sectores y a otros países. Por ejemplo, ha afectado al proceso de fusión entre Portugal Telecom -Zenial Baba- y la brasileña OI, que ha rebajado la fusión ante el 25%, porque PT también sufre los efectos colaterales del caso Espirito Santo.

Y también ha afectado al proceso de sucesión en el Banco Santander, en el que Emilio Botín quiere colocar como sustituta a su primogénita, Ana Patricia Botín (en la imagen). A fin de cuentas, hablamos de bancos familiares, de esos que no gustan mucho a los inversores institucionales, a los fondos, dueños y señores de todas las grandes corporaciones occidentales.

De hecho, durante la última Junta de Accionistas, el equipo directivo del Santander se empleó a fondo para convencer a los fondos no convencidos de que aprobaran la gestión del Consejo. Y, en cualquier caso, aunque Ana Patricia sigue acumulando cargos y consejos, ensanchando su currículo, no cuenta con la aprobación de muchos fondos... por ser hija del presidente.

Recientemente, Emilio Botín se dirigió, medio en broma, medio en serio, a sus consejeros para planearles la sucesión en Ana Patricia, en una reunión en la que ésta se encontraba ausente. Casi todos los consejeros  apoyaron con entusiasmo la continuidad de Emilio Botín, a lo que éste aseguró con cierta sorna: "Pues os advierto que con ella os iría mucho mejor".

Emilio Botín cumple 80 años el próximo me de octubre. Para entonces tenía previsto dar el pase a su primogénita peor lo del Banco Espirito Santo puede retrasar el proceso. Nada que ver, dado que el Santander es un banco mucho más grande, más internacional y menos industrial. Pero ambos se parecen en lo que antes se consideraba un logro y ahora un desdoro: son bancos familiares, y eso no gusta a los hombres sin rostro que controlan el capitalismo internacional. Eso de las empresas familiares, piensan los cabezas de huevo -peor de huevo duro-, es cosa de pasado.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com