Felipe González (en la imagen) fue un apoltronado en Moncloa. Durante 13 años introdujo el aborto en España, era un poco jetas y su partido vivió la corrupción y el terrorismo de Estado por el que purgaron sus colaboradores, no él. Todo lo que ustedes quieran, pero, al menos, sigue siendo el último socialista con sentido común. Por eso, cuando su partido aplaude el acoso a líderes del Partido Popular en su propio domicilio, González ha recordado que perseguir a un niño en su casa es una barbaridad.
Al mismo tiempo se ve que González ya no coordina con Ferraz. La portavoz parlamentaria, Soraya Rodríguez, justificaba los acosos a los líderes del Partido Popular de la peligrosa Ada Colau como el derecho a protestar. El ministro del Interior, Jorge Fernández, ya le ha recordado que el derecho a protestar no existe. Lo que existe es el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar, no el derecho a injuriar, insultar y amenazar, que eso son los escraches.
En la misma línea se sitúa esa feminista radical -otra inteligencia supina- que es la socialista Carmen Montón. Y claro, si el primer grupo de la oposición justifica que se rodee la casa de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, en su casa con un bebé, pues entonces es que no estamos hablando de derecho a protestar sino la impunidad para fastidiar. Y Rubalcaba, su jefe de filas, en su tono cínico habitual sigue jugando a policía bueno y policía malo: sus sorayas, montones y valencianos insultan mientras él juega el papel de estadista preocupado por el devenir de la política económica europea (y en esto no anda desencaminado), pero sigue siendo de un cinismo muy preocupante.
González ha calificado los escraches como "anarquía disolvente". Buena definición a fe mía. En efecto, ese es el peligro actual en España. Sólo recordar que la anarquía no sólo afecta al pueblo, también puede afectar a los gobiernos y a los políticos. Ahora mismo, a las chicas de Rubalcaba les conviene eso que critica su ex jefe de filas: anarquía disolvente.
Eulogio López
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