Andalucía es una comunidad de "primera velocidad" por la mínima. La nacionalidad histórica es discutible. El peso demográfico y la cantera socialista son indiscutibles. Sin embargo, el andalucismo nunca ha tenido identidad diferenciada de la nacional. Los partidos regionalistas nunca han terminado de despuntar y casi nadie se toma en serio el Himno de Andalucía.
No obstante, observan con preocupación la deriva nacionalista de vascos y catalanes y afirman como la muñeca del anunci "Esperadme, esperadme, que yo también quiero subir". Este es el objetivo de la Plataforma "Andaluces, levantaos", que se presenta hoy viernes 24 en la Universidad de Málaga. El núcleo duro lo forman cuatro hombres del andalucism Rafael Escurero, Manuel Clavero, Alejandro Rojas Marcos y Manuel Pimentel.
No quieren un modelo simétrico. No desean el "café con leche para todos". Pero sí reivindican su naturaleza jurídica de "primera velocidad" y aspiran al mismo tratamiento de catalanes, gallegos y vascos. Curiosamente, en Cataluña observan con envidia los 2.500 millones de euros de pedrea que el Gobierno ha puesto encima de la mesa para saldar la "deuda histórica andaluza". O sea, solidaridad interterritorial. ¡Viva Cartagena!