Este jueves se firmaba por parte de la vicepresidenta Salgado y del presidente de Andorra, Jaume Bartolomeu, el acuerdo de intercambio de información financiera y fiscal. Andorra abandona el secreto bancario, su gran negocio. No es que deje las cuentas al aire, sino que en caso de que la Agencia Tributaria o una rogatoria judicial reclame información, tendrá que facilitar la información requerida.
No es que Andorra se haya avenido a las exigencias de España. Ni siquiera que España haya incrementado la presión diplomática. Se trata más bien de cumplir con la normativa europea de eliminar los secretos bancarios en el seno de la UE. Ahora está por ver cómo se cumple el acuerdo. De momento, Andorra ya ha hecho una apuesta estratégica por promocionar su sector turístico frente al financiero. Se acabaron los autobuses de catalanes viajando a Andorra con los billetes en la 'buchaca'. Ya sólo queda que Gibraltar deje de ser el epicentro de las emisiones de deuda española. Con Londres hemos topado.