- El consejero delegado ha comunicado a Roma que quiere terminar su carrera en España.
- El problema es que ENEL podría vender Endesa a la alemana EON.
- El presidente Borja Prado ya está amortizado: ENEL ha dejado de considerarle útil y pretende filializar la antigua eléctrica pública española.
- Y Prado no renuncia a presidir Repsol. Para ello, presume del apoyo de José María Aznar y de Luis de Guindos.
En medio de todo el batiburrillo Endesa, el consejero delegado de la eléctrica, el italiano nacido en Tánger, Andrea Brentan, ha dado un paso al frente: ha comunicado a la central de ENEL en Roma, que lidera Fulvio Conti (en la imagen) que quiere terminar su carrera en España como presidente de Endesa, tras cumplir los 63 años de edad. Dicho de otra forma, sabe que los italianos ya dan por amortizado a Borja Prado y que pretenden filializar Endesa. Ya no resulta necesario mantener el paripé de empresa española y, además, ya han vaciado la entidad que ahora necesita nuevos fondos para mantener su posición en Hispanoamérica, la antigua joya de la corona.
La sustitución de Prado (56 años) se cruza con la oportunidad que para la estatal italiana ENEL -con problemas de rentabilidad aunque con mayor acceso al crédito en tanto propiedad del Gobierno- representa el interés renovado de la alemana EON por Endesa. Sí es cierto que EON, como todo el sector europeo, también apuesta por expandirse por el mediterráneo y nunca ha abandonado España y pretende aumentar su presencia, como puerta energética hacia Iberoamérica.
Borja Prado es muy consciente de que puede ser relevado en cualquier momento, por lo que insiste en relevar a Antonio Brufau como presidente de Repsol. Le apoyan en el empeño José María Aznar, siempre enfrentado a la petrolera y trabaja para Endesa y, al menos eso dicen los próximos a Prado, el ministro Luis de Guindos, que abandonó el Consejo de Endesa para entrar en el Gobierno Rajoy.
Miriam Prat
miriam@hispanidad.com