Nueva y vistosa adaptación cinematográfica del clásico literario de León Tolstoi que ha ganado merecidamente el Oscar al mejor vestuario (responsabilidad de Jacqueline Durran).
Con un enfoque teatral muy coreográfico, esta nueva adaptación recupera a una de las heroínas más trágicas de la Literatura: Anna Karenina y su imposible historia de amor adúltera con el conde Vronsky. Muy fiel a la novela, esta Anna Karenina muestra a esta dama víctima de su propia pasión y, en ningún momento, demoniza a su esposo: Karenin, como ocurría en anteriores versiones cinematográficas, un hombre que lucha por su mujer, y su familia, hasta el final.
La película de Joe Wrigth tiene como originalidad que discurre, en la mayor parte de su metraje, en un inmenso decorado teatral con el que se quiere acentuar que cada personaje tiene un papel en la sociedad y que es excluido quien, como Anna, infringe las reglas sociales abiertamente, más aún si es mujer. En esta preciosista pero fría versión tienen un gran peso aspectos técnicos como la música, de Dario Marianelli, la increíble y barroca puesta en escena o el vestuario (ganador de un Oscar), obra de Jacqueline Durran que se inspiró en modelos de Balenciaga o Dior, adaptándolos a la Rusia Imperial de 1870.
Keira Knightley interpreta con sensibilidad su papel pero no es la mejor Anna Karenina que hemos visto en el cine.
Para: Los que les guste la obra de Tolstoi y quieran ver una correcta pero no redonda versión cinematográfica