Es lo que proponen el Instituto Juan de Mariana, la CEOE y el BBVA

Ante la crisis, la mejor receta no son las políticas ‘keynesianas' de gasto, sino más bien la contraria. Dejar espacio a la actividad privada para que relance la economía, siga invirtiendo y creando empleo. Esto es lo que defiende el director del observatorio de Coyuntura del Instituto Juan de Mariana, Juan Rallo, que este domingo 13 participará en ‘El Club de la Palabra' de Intereconomía TV. Le acompañarán el economista jefe de Intermoney, José Carlos Díaz; la directora general de Eaton Vance, Sara Pérez Frutos y el director de Gestión de Patrimonios de Ahorro Corporación, Josep Prats.

Zapatero ya ha señalado que su prioridad para esta segunda legislatura será la economía. Apuntalar el crecimiento económico y garantizar la creación de empleo serán los ejes de esta legislatura que comenzamos.

No será una tarea sencilla. El Gobierno se ha comprometido en crear 2,2 millones de empleos en los próximos cuatro años, pero la crisis inmobiliaria acelera la destrucción de empleo y arrastra al resto de sectores de actividad económica. El mes de febrero cerró el quinto mes consecutivo de subidas en el desempleo. Por su parte, los subsidios de desempleo crecieron un 20% el año pasado.

Y cuando el españolito ve las orejas al lobo, eleva el ahorro y recorta el consumo, el principal motor de nuestra economía. Es precisamente esta previsible desaceleración de la demanda interna la que lleva a Funcas a recortar sus previsiones de crecimiento económico al 2,5%.

Por su parte, el Banco de España estrecha la vigilancia sobre bancos y cajas. Y es que la exposición inmobiliaria puede complicar los de momento saneados balances. Caja Madrid y La Caixa -por ejemplo- deberán de esperar a que Fadesa les devuelva los 1.000 millones de euros prestados. Pero no es el único caso. El endeudamiento de las cinco primeras inmobiliarias se eleva a los 30.000 millones de euros, de los que hay que devolver 5.000 millones en este 2008. Mal momento para devolver préstamos cuando las cotizaciones del ‘ladrillo' están por los suelos y las promotoras tienen que inventar descuentos súper agresivos para estimular las ventas.

Las víctimas de la crisis del ladrillo se suceden y algunas informaciones señalan que algunas cajas tienen el 90% de su crédito comprometido con el ladrillo. Demasiado compromiso que genera mucha preocupación en el organismo supervisor.

Por eso los retos económicos de esta legislatura no son nada sencillos. El Gobierno deberá de mejorar la productividad de nuestra economía e impulsar las inversiones públicas para contrarrestar la desaceleración constructora. Pero también deberá de liberalizar la economía, fomentar la competencia para restar presión sobre los precios, agilizar los trámites inmobiliarios del suelo para ahorrar costes innecesarios y flexibilizar el mercado laboral para fomentar el empleo.

Por si fuera poco, todavía quedan pendientes las reformas estructurales de nuestro sistema. En esta legislatura deberá de abordarse el Pacto de Toledo para garantizar la viabilidad del sistema de pensiones. Pero también deberá de afrontarse un nuevo modelo de financiación autonómico que tome en cuenta el incremento poblacional presente y futuro y que satisfaga las exigencias de los nuevos estatutos sin que merme la capacidad estatal para garantizar la cohesión e igualdad territorial. Por último, queda pendiente también la reforma de la financiación local que garantice suficiencia financiera a los ayuntamientos sin necesidad de recurrir al ‘catastrazo' para satisfacer sus gastos corrientes.

En resumen, que el Gobierno estará obligado a hacer ‘círculos cuadrados' para satisfacer las exigencias catalanistas, mantener el equilibrio presupuestario, fomentar la modernización de la economía y emprender las reformas estructurales necesarias sin que los sindicatos le monten una huelga. Es para nota.