Ante Mayte Costa, el autor del estudio sobre suministro energético recalcó que las energías renovables no pueden cubrir la demanda
Jueves 31 de mayo, 19,30 horas. Los ilustres miembros de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, en su sede las Casa de los Lujanes, asistían a la presentación de un estudio sobre la regulación del sector energético, y la segunda edición del informe sobre La Energía en la España del siglo XXI, obra de Juan Avilés. Presidía el acto Juan Velarde Fuertes, y la presentación del primer trabajo –estudio sobre la regulación energética patrocinado por el organismo regulador de la electricidad- transcurrió como era de prever, con las alabanzas de rigor y la complacencia de Mayte Costa. Ahora bien, cuando comenzó a hablar Juan Avilés, La presidenta de la CNE comenzó a tragar saliva. Juan Avilés, jefe de Gabinete de Feliciano Fúster en Endesa puso patas arriba toda la política energética del Gobierno socialista (ver discurso completo). Por de pronto, Avilés afirma que las energías renovables, el principal tópico del Gobierno Zapatero, no pueden asegurar la demanda energética española ni tampoco la del conjunto de Occidente: "podemos crear 30.000 MW de energía eólica peor sólo producirán 5.000, 7.000 a lo sumo". Un afirmación que recuerda la ya famosa frase del presidente de E.ON, Wulf Bernotat: "Hay que instalar aerogeneradores donde sopla el viento no donde soplan las subvenciones públicas".
Al mismo tiempo, Avilés recordó que es necesario romper con la moratoria nuclear y comenzar a construir, de inmediato, centrales nucleares de tercera generación, es decir, reactores de 1.500 MW y ciclos de vida de 60 años, porque "los ciclos energéticos superan a los ciclos políticos". Recordemos que en el momento actual el Ejecutivo Zapatero no sólo no ha levantado el veto nuclear sino que incluso amenaza, dentro de su política verde, con no alargar el lapso de vida de los actuales rectores. Avilés afirmó que "necesitamos ir hacia el mundo nuclear y rápidamente".
Avilés no se quedó ahí: recordó que hay que volver a utilizar el carbón de importación, como componente regulador compatible con la energía nuclear. En su momento, Avilés presentó su plan para construir centrales térmicas de carbón con desulfuración de azufre y con plantación de masas arbóreas que contrarrestaran el CO2 emitido.
Para que no faltara de anda, el combustible de moda, el gas mediante ciclo combinado, también recibió su varapalo: por el precio creciente de este combustible y porque las instalaciones no pueden generar lo que prometen y pasan buena parte del tiempo inactivas.