Puede que el Consejo de Administración de la cadena COPE haya pedido disculpas, pero lo cierto es que el humorista que engañó al nuevo presidente boliviano, Evo Morales, haciéndose pasar por Rodríguez Zapatero, lo preparó a conciencia.
Y es que antes de la conversación con Morales sobre el imperialismo norteamericano y otras lindezas, antes de dejar en ridículo a un Evo Morales que invocaba la felicitación de un falso Zapatero, el humorista preparó bien la celada. Habló con el embajador español en Bolivia, Juan Francisco Montalbán, asimismo con una imitación de Zapatero. Fue Montalbán quien le abrió las puertas a Morales, es decir, fue el primer burlado.
Naturalmente, el embajador también tuvo su parte de ridículo, dado que, descubierto el pastel, el Gobierno Morales le pidió explicaciones.