Juan Manuel de Prada, en un articulo titulado "Amor humano", decía que muchas son las expresiones del amor humano, de esa necesidad que las personas tenemos de estar ligadas entre nosotras, de vivir unas por otras y para otras, de encontrar esa comunión que restablece la armonía de lo creado; pues, en efecto, nada hay en el mundo que exista de forma aislada o independiente.
Y de entre todas esas expresiones seguramente no haya ninguna que nos reconcilie tanto con nuestra naturaleza de criaturas como el amor entre un hombre y una mujer. Lope de Vega, sigue diciendo de Prada, en un soneto célebre, acertó a describir ese cataclismo interior que se produce en cada uno de nosotros cada vez que nos enamoramos: "Desmayarse, atreverse, estar furioso… [...] ¡Esto es amor! Quien lo probó lo sabe".
Pienso que esto es un principio de amor, el impulso amoroso, el enamoramiento, puesto que el amor humano de verdad es el que crece, el que se hace día a día en todas las circunstancias, cuando la fuerza arrasadora de un estado afectivo desaparece.
Jesús Martínez Madrid