El ministro de Economía argentino, Roberto Lavagna, insistió en la mañana del jueves 26 en que la quita sobre los acreedores privados será del 75%. La medida había provocado las críticas de todos los acreedores de la deuda pública argentina, entre ellos el presidente del Gobierno español. "España siempre está a favor de Argentina; ahora hace falta que Argentina esté a favor de Argentina", señaló José María Aznar. A lo que su homólogo argentino, Néstor Kirchner, respondió afirmando que su país "se está ayudando a sí mismo defendiendo sus intereses". Pues bien, la defensa de los intereses argentinos, según el Ejecutivo Kirchner, consiste en insistir en la quita del 75%. Una quita que no sólo perjudica a los acreedores, sino que incrementa el riesgo país y la inseguridad jurídica en un país donde la inversión prácticamente desapareció durante el año 2003.
Las declaraciones se producen el mismo día en que tanto Lavagna como el presidente del Banco Central, Alfonso Prat Gay, mantendrán una reunión con los representantes del FMI en la sede del banco emisor. John Dodsworth y John Thornton elaborarán un informe para el directorio, que será debatido el próximo 8 de marzo, un día antes de que venza el plazo de los 3.100 millones de dólares.