Es curioso el razonamiento de los partidarios de la inmersión en catalán: según ellos, la inmersión es necesaria porque el castellano es mayoritario en la calle.
Hay que decir que en Cataluña los usos lingüísticos son muy variados: en Cornellá el castellano es mayoritario de la misma forma que en Olot lo es el catalán. De hecho, resulta que en la mayor parte de Cataluña, en el 65% de las comarcas, el catalán es más hablado que el castellano. Incluso en algunas comarcas rurales la proporción es de 7 catalanohablantes por cada castellanohablante.
¿En estas comarcas no debería exigirse la inmersión en castellano porque, siguiendo su argumento, los niños ya aprenden el catalán con su familia y en la calle? ¿O el argumento nacionalista es sólo unidireccional?