De aquellos polvos estos lodos podríamos decir de la declaración de Zapatero cuando dijo que la nación española era "un concepto discutido y discutible".
El secesionismo ha encontrado en la confusa idea de España de Zapatero el aval para desafiar al Estado.
Y lo peor es que la ambigüedad calculada del PSOE continúa cuando el órdago ya está lanzado. En esa ambigüedad se inscribe la abstención del PSC de Pere Navarro en la votación que permitirá al batasuno Arnaldo Otegui asesorar por escrito y desde la cárcel a la Comisión por el Derecho a Decidir creada por el parlamento de Cataluña.
La confusa idea de España que llevó a Zapatero a forzar las líneas rojas del Estado de Derecho sigue siendo parte de la herencia ideológica que ha dejado a su partido.
Si de sabios es rectificar, ya es hora de que el PSOE recupere el sentido de Estado del que hicieron gala, pese a sus errores, los anteriores dirigentes socialistas con Felipe González a la cabeza.
Juan García