- El president sigue la moda Obama al pie de la letra: todo el mundo recuerda el respingo de Sarkozy ante los avances de Barack y la agarrada de Michelle a la cintura de Isabel II.
- El Monarca se ha mostrado serio y algo tenso mientras Mas le cogía por los brazos.
- Él es quien puede otorgar esas confianzas, no el presidente de la Generalitat.
- Cualquier conocedor del protocolo sabe que las distancias corporales las marca el soberano.
- En cualquier caso, Mas quería aprovechar la visita para informar al Monarca sobre la hoja de ruta soberanista emprendida por el Ejecutivo catalán.
El Rey ha recibido este medio día en el Palacio de la Zarzuela al 'president' de la Generalitat, Artur Mas. Una visita que para el Monarca responde a las normas habituales que se siguen cuando cualquier presidente autonómico es investido. Artur Mas la quería aprovechar, sin embargo, como anunció, para hacer conocer al Rey la hoja de ruta soberanista que ha emprendido CIU con el apoyo de Esquerra.
La visita no ha empezado bien. Seguro y decidido, el Rey se ha dirigido hacia el presidente de la Generalitat apoyado en sus muletas. Mas no ha esperado a que el Monarca le diera la mano. Le ha asido con ambos brazos. La foto que han podido obtener los fotógrafos es la de un hombre, el Rey, privado de la movilidad, a quien otro agarra para que no se le escape, como si tuviera algo muy importante que decirle.
Tal vez Artur Mas no haya hilado tan fino y simplemente se haya limitado a copiar los achuchones que reparte a diestro y siniestro Barack Obama. Todo el mundo recuerda el respingo que dio Sarkozy ante sus manoseos, y también el incidente diplomático que casi originó su mujer cuando cogió por la cintura a la Reina de Inglaterra.
Cierto es que el Rey se tomaba muchas confianzas con el líder catalán en encuentros precedentes, pero es el Monarca el que marca las distancias corporales, y eso lo sabe cualquier conocedor del protocolo. Si Mas no se considera súbdito de Don Juan Carlos, le debe el respeto que se merece cualquier Monarca europeo. Y la situación respecto a Cataluña no está para bromas.
Mientras esperaba la llegada del Rey, Mas ha bromeado con los fotógrafos y les ha pedido que le felicitaran porque este jueves cumplía 57 años. Cuando le han preguntado si la visita del Rey era un regalo, se ha limitado a decir que "forma parte del trabajo, de la cortesía (….) y del diálogo".
Después del saludo no han iniciado ninguna conversación antes de pasar a la sala donde ha tenido lugar el encuentro, que se ha prolongado durante más de 45 minutos. Mas anunció que no haría declaraciones tras la reunión. Tampoco ha informado Zarzuela del contenido de las conversaciones.
sara@hispanidad.com