Sr. Director:
Los sucesivos gobiernos norteamericanos podían haber privatizado las agencias de garantía hipotecaria Freddie Mac y Fannie Mae hace años, pero permitieron mantener un estatus híbrido, medio público, medio privado, que ha conducido al desastre, a una nacionalización efectiva con pérdidas multimillonarias, justificada como mal menor.
Dejar esos dos peculiares bancos hipotecarios a su suerte amenazaba con un derrumbe del sistema financiero norteamericano. El modelo que se ha colapsado nació con la crisis de los años treinta; crearon una entidad pública para garantizar hipotecas y dotar de liquidez al sistema.
Luego privatizaron la gestión sin romper la tutela pública federal, informal, pero real. Ahora, cuando una gestión irresponsable produce una catástrofe, el Gobierno asume las pérdidas con la excusa de evitar males mayores. Se trata de la mayor crisis financiera por el volumen de activos comprometidos y su coste está por calcular.
El Gobierno anterior no explicó el plan con detalle, ni siquiera si nacionaliza para luego privatizar. Lo que se constata es el error y la catástrofe de un sistema equívoco, que despreció el valor del riesgo.
Sin duda otro de los problemas que Obama habrá de resolver. Tal vez sea esa una medida acorde con un "socialdemócrata puro".
José Morales Martín
jomomartin@gmail.com