Es posible que se remonte a principios del cristianismo la creencia, el culto y la devoción referidas a que la Virgen María, por ser Madre de Dios, no conoció la corrupción de su cuerpo, sino que como un tránsito, como una dormición que semejó la muerte, su cuerpo y su alma subieron al Cielo. Esta antiquísima tradición recibió su confirmación cuando en 1950, el Papa Pío XII proclamó solemnemente el dogma de la Asunción de la Virgen María en cuerpo y alma a los cielos.

 

Los cristianos tienen la esperanza de que en su día, sus cuerpos gloriosos unidos a sus almas, ya salvadas, estarán en el Cielo. Dice la colecta: "Dios todopoderoso y eterno, que has elevado en cuerpo y alma a los cielos a la inmaculada Virgen María, Madre de tu Hijos, concédenos, te rogamos, que aspirando siempre a las realidades divinas lleguemos a participar con ella de su misma gloria.

 

 

 

[Las fuentes principales, que no las únicas, de las que se han tomado los datos para redactar la Sección "Hoy no se olvide de felicitar a…", y a cuyos autores se muestra el agradecimiento y reconocimiento debidos, son las siguientes:

Direcciones de Internet: archimadrid. es; churchforum.org; aciprensa.com; encuentra.com; planalfa.es; ewtn.com; serviciocatolico.com; buscabiografias.com; y es. catholic.net.

Libros: Los clásicos de siglos pasados de Santiago de la Vorágine, Ribadeneira y Croisset; "Nuevo Misal Popular Iberoamericano"; Dos mil Años de Santos", Ed. Palabra; "El libro de los santos", Ediciones Internacionales Universitarias; "La casa de los santos", Ed. Rialp; "Los santos del calendario cristiano", Ed. San Pablo; "Il grande libro dei Santi", Edizioni San Paolo; "Gran Enciclopedia Rialp"; "Año Cristiano" Ed. B.A.C; y "Nuevo Año Cristiano", EDIBESA; estas cuatro últimas publicaciones facilitan las mejores referencias bibliográficas sobre Asunción (La Asunción de la Virgen María)].

 

 

                                                                                                                      Pilar Riestra