Además, la histeria no ha disminuido. El Gobierno Blair no está dispuesto a que nadie baje la guardia y en lugar de tranquilizar a la población afirma que puede haber nuevos atentados. En la mañana del martes, artificieros de la policía explosionaban una bolsa sospechosa y las falsas alarmas cunden en distintas ciudades.
Mientras tanto, oficialmente continuamos con los 70 muertos como cifra probable de muertos. El cerrojazo informativo se mantiene, y a nadie parece molestarle.