Eso es, al menos, lo que parecen detectar los operadores, al ver que se han agotado existencias de plantones en los invernaderos.
Mucha culpa de ello tienen las cotizaciones máximas registradas en el mercado en esta última campaña, debido a la caída de la cosecha propia, la ausencia de stocks en Europa, y la fuerte demanda de almendra de California por los países emergentes asiáticos.
Los precios se elevaron para la variedad Marcena hasta un récord histórico de 9 €/kg de pepita repelada y hasta 2 €/kg cascara en origen agricultor.
Es lo que marca la coyuntura ante la falta de oferta, pero quizás también sea un cambio hacia plantaciones mucho más tecnificadas (mayor densidad, riego por goteo, no poda... etc.). En definitiva, que el almendro está dejando de ser un cultivo marginal.
Domingo Martínez Madrid