Dave Ming Chang (Eddie Murphy) es un recién llegado a Nueva York realmente extraño. Parece totalmente fuera de lugar e incómodo con su propio cuerpo. La razón es muy sencilla: Dave no es un hombre sino una nave extraterrestre hecha a imagen y semejanza del comandante en miniatura que la dirige.
Atrapado en un pirado va dirigida a todos los públicos, de ahí que uno de sus personajes principales sea un niño y que su argumento nos traiga a la memoria un clásico de la literatura infantil: "Los viajes de Gulliver", más en concreto el apartado de su estancia en el país de Lilliput (aunque en la película los pequeños son los alienígenas que invaden la tierra). Aquí no acaban los recordatorios porque la estética de la nave y la tripulación son un calco del Enterprise (Star Treck) y Dave (la nave-robot) va vestido…como el mismísimo John Travolta en Fiebre de Sábado noche (un guiño cinematográfico que no reconocerán los pequeños de la casa). Eso sí, en medio de toda esta falta de originalidad se agradece que Murphy, en esta ocasión, gesticule en los gags algo menos que en películas precedentes.
En resumen, Atrapado en un pirado es una comedia simplona realizada para el lucimiento de Eddie Murphy que encarna dos papeles: el del robot-nave y el del sensato comandante de la nave alienígena.
Si son mayores de 8 años dudo que les guste.
Para: Niños que vean cualquier comedia de humor blanco…