Si ONO acepta la fusión, nacería el segundo operador integral (telefonía fija y móvil a un tiempo), capaz de enfrentarse a Telefónica. Entre AUNA y ONO suman 1,6 millones de hogares afiliados al cable. Bancos de inversión que participan en la operación considerarían que ONO vale 700 millones de euros, a los que habría que añadir los casi 1.300 millones de deuda. La TV se convierte en otra pieza clave del entramado, pendiente de la denuncia de AUNA contra Sogecable por prácticas monopolistas.

 

Puede ser la noticia económica del otoño: la fusión de los dos grandes operadores de cable españoles (Auna Cable y ONO) en uno sólo. AUNA Cable está dispuesta a ofrecer, según informa a Hispanidad un banco de inversión que ha intervenido en la operación, un valor-compañía próximo a los 2.000 millones de euros. En otras palabras, pagar en metálico unos 700 millones de euros por las acciones de ONO y asumir una deuda que roza los 1.300 millones de euros. Según las mismas fuentes, con esta operación el grupo AUNA pasaría a tener un valor de 13.500 millones de euros.

 

Con ello, se unificarían toda las participaciones de fibra óptica otorgadas por las comunidades autónomas. Ahora bien, lo más importante es que se rompería, siempre que haya apoyo del Gobierno, el monopolio de hecho de Telefónica en la telefonía fija. Utilizando el cable como tecnología, y con una masa de clientes de 1,6 millones de hogares (eso significa, a día de hoy, el 15% del mercado de telefonía fija española), la nueva AUNA se convertiría en un competidor digno de ser tenido en cuenta por Telefónica. Por decirlo de algún modo, la fusión podría convertirse en un instrumento de liberalización de las telecomunicaciones.

 

Además, los tres socios de AUNA (Endesa, SCH y Fenosa) se convertirían en una compañía telefónica integral, capaz de ofrecer fijo y móvil al mismo tiempo, el fijo por cable y el móvil vía AMENA. España se caracteriza, precisamente, por eso en materia tecnológica: el cableado llegó con mucho retraso.

 

Por último, cobra especial fuerza la reclamación judicial de AUNA y ONO contra la Sogecable de Jesús Polanco, para que se les ceda a buen precio determinadas producciones y emisiones (cine y deporte, principalmente) en las que actúan como verdaderos monopolistas.

 

Las mismas fuentes hablan de otra ventaja de la fusión: ONO se ha preocupado de la "última milla", de llevar el cable hasta el usuario, mientras que AUNA Cable ha optado por fortalecer sus redes troncales. La verdad es que con casi todas las autonomías "controladas", la empresa fusionada podría acelerar el "cableamiento" del país.

 

La decisión fue tomada por los tres socios mayoritarios de AUNA a finales de la pasada semana, y el lunes 15 se materializó y cuantificó la oferta. Por su parte, hay que recordar que entre los principales accionistas de ONO se encuentra el SCH, con el 18% del capital, además de Ferrovial (10%) y Multitel. SCH, accionista de fusionante y fusionado, y Ferrovial ven con buenos ojos la operación.