Lamentablemente una vez más el ayuntamiento socialista de Barcelona cede ante los separatistas y en los próximos días algunos autobuses urbanos llevarán una campaña de publicidad de la "Plataforma per la Llengua", una asociación radical conocida por sus continuos ataques y boicots contra la lengua española.
Se da la circunstancia además que el Ayuntamiento no permitió recientemente una campaña en esos mismos autobuses en defensa del bilingüismo de la "Asociación por la Tolerancia". En fin, este es el doble rasero del socialismo catalán: a una asociación comprometida con la defensa de la Constitución y la convivencia bilingüe no se le permite publicitar sus mensajes mientras que a una organización radical independentista sí se le permite difundir su demagogia y ataques contra el español. El alcalde Jordi Hereu debería explicarnos los sorprendentes criterios utilizados para permitir una campaña y censurar la otra.
Carmen B. Fernández
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