La idea inicial era fusionar las seis cajas de Castilla y León. Poco después Caja Burgos, Caja España y Caja Duero parecían dispuestas a unirse para formar la mayor caja de la comunidad. Finalmente Caja Burgos se descolgó después del rechazo unánime del Consejo hace dos semanas.
Las dos cajas que quedan negocian su fusión reunidas con el Banco de España, juez y parte en un proceso sobre el que no ha dejado de dar indicaciones, incluso sobre el número de entidades que deberían quedar tras las fusiones. Caja España y Caja Duero son las dos entidades más grandes de las seis y también las dos menos rentables, por lo que su interés por contar con el regulador se explica con cuatro letras: FROB. Si el fondo paga, adelante.
La otra clave que se debe tener en cuenta es que, al pertenecer a la misma comunidad, Caja España y Caja Duero solapan oficinas en pueblos y ciudades castellanoleoneses. Los despidos tras la fusión parecen inminentes.