El presidente alemán, Gerard Schröder, y su homologo francés, Jacques Chirac, están tan unidos que hasta han creado el día franco-alemán. Ambos están convencidos de que los 140 millones de franco germanos deben gobernar la Europa de los Veinticinco, 2,5 veces superior en población.
Pero, al parecer, se trata de un matrimonio de interés, que se ha roto cuando el laboratorio francés, Sanofi-Synthélabo, lanzase una OPA contra el germano francés (más germano que francés) Aventis. Una OPA apoyada por Chirac, pero que ha enfadado a Schröder. Al final, los intereses empresariales pueden echar por tierra todas las sonrisas y apretones de manos de los políticos, como un vendaval derriba una maceta. Naturalmente, nadie se preocupa de lo que hay en las tripas de Aventis, la gran multinacional del aborto químico en el mundo.