• A medida que se intensifica el conflicto sirio, los yihadistas adquieren un papel cada vez mayor en el bando opositor a Bashar Al Assad.
  • La mayor capacidad armamentística de los islamistas hace que los líderes opositores otorguen cada vez mayor responsabilidad bélica a los grupos más extremistas.
  • Mientras, la Administración Obama muestra su preocupación porque el armamento que Occidente proporciona al bando rebelde pasa a ser controlado por los grupos terroristas.
  • Hasta el diario New York Times advierte que la revuelta siria está adquiriendo un tono profundamente islámico.

Al mismo tiempo que el Ejército leal al presidente sirio, Bashar Al Assad, continúa atacando la ciudad de Alepo -el centro económico del país que se encuentra controlado por el bando rebelde-, comienzan a llegar noticias acerca del bando opositor sirio que no hacen sino aumentar el desconcierto acerca de los grupos opositores al régimen de Al Assad.

Así, tal y como informa el diario New York Times, es una realidad que la presencia de grupos terroristas islámicos sirios y demás grupos satélites de la organización terrorista Al Qaeda en la oposición siria es cada vez mayor. Dicha presencia, tal y como informa el diario neoyorquino, no sólo se manifiesta en el seno de los enfrentamientos armados contra el Ejército de Al Assad sino también en el día a día en las zonas del país controladas por el bando rebelde, donde están sufriendo una gran persecución las minorías del país, sobre todo la minoría cristiana -que constituye el 10% de la población- y donde tal y como informa el Times, cada día aparecen las paredes y casas llenas de pintadas con frases típicas de los grupos fundamentalistas islámicos tales como 'La solución es Islam' o 'Muerte a Occidente'.

Un detalle: la mayoría de los cristianos sirios no desean el triunfo de la oposición. Lo cierto es que el dictador Al Assad ha respetado su libertad religiosa.

La creciente influencia de los grupos más extremistas en Siria, se justifica por el hecho de que estos grupos cuentan -por lo general- con un nivel armamentístico muy superior al conjunto del bando rebelde, motivo por el que los líderes del bando opositor están otorgando cada vez más responsabilidad a dichos grupos -algo que, sin duda alguna, tendrá efectos muy negativos a largo plazo para la población siria y, sobre todo para los sectores seculares y las minorías religiosas del país.

Mientras tanto, fuentes de la Administración del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, han declarado al diario estadounidense que existe una creciente preocupación en el seno del Gobierno de la primera potencia mundial por el hecho de que la mayor parte del armamento que Occidente está procurando a los opositores sirios, está pasando a manos de los grupos más radicales. No obstante, y a pesar de que fuentes de la diplomacia estadounidense han reconocido esta situación, no se percibe todavía ningún cambio de postura con respecto a Siria por parte de la Administración norteamericana, quien en boca de su secretaria de Estado, Hillary Clinton (en la imagen) continúa afirmando su apoyo incondicional al bando opositor, pese a la continúa advertencia de numerosos medios de prensa internacionales de que la revuelta siria está adquiriendo un tono cada vez más islámico.

Si no se produce ningún cambio de postura con respecto a Siria por parte de Gobierno estadounidense, el presidente Obama va a pasar a la historia como el inquilino del Despacho Oval que contribuyó a la conversión de los regímenes seculares del mundo árabe en teocracias islámicas, tal y como ha ocurrido en Egipto y Túnez, y como muy probablemente ocurra en Siria… salvo que Occidente cambie de postura.

Gabriel López

gabriel@hispanidad.com