La segunda gran noticia de la Junta Directiva del PP fue la agresividad de José María Aznar en contraste con la moderación mostrada en la entrevista de Telecinco. En la entrevista televisiva, el presidente en funciones no quiso vincular la victoria socialista con el 11-M, mediante un ejercicio de cintura apelando a la falta de perspectiva histórica para valorar los sucesos. Sin embargo, en la Junta Directiva del PP, se refirió a "un poder fáctico fácilmente reconocible", que "violentó el luto y la reflexión de los españoles para llevar el agua a su molino".
No dijo el nombre, pero todos entendimos que se refería a la Cadena SER, a la que, probablemente, no quiso citar para no encontrarse ante una contingencia jurídica. Y es que desde la publicación del "manifiesto de la Gran Vía" en la que supuestamente redactores de la Cadena SER se quejaban del uso político de la cadena, las circunstancias han cambiado bastante. El manifiesto ha circulado como la pólvora por correo electrónico. La misma Secretaría de Información del PP circuló el manifiesto internamente. Y es que el citado manifiesto deja a la Cadena SER en una "kale borroka" mediática que apuntaló la victoria socialista.
Pero eso, Aznar no lo puede decir porque sería acusado inmediatamente de "mal perder”, de ausencia de espíritu democrático y de calumnia al adversario. El grupo Prisa sabe muy bien cómo debe de retorcer la realidad hasta situarse en el límite de la legalidad. La moralidad para los curas, porque de lo que se trata es de obtener objetivos políticos. Y si se bordea la legalidad, tampoco pasa nada. Nada, hasta que un picapleitos decide emprender acciones legales. Es lo que hizo un afiliado del PP ante la publicación en la página web de la cadena SER de una lista de afiliados del PP de Villaviciosa de Odón con ocasión de las investigaciones realizadas tras el "affaire" de Tamayo y Saéz. El abogado informó al director de Informativos que estaba violando la Ley de Protección de Datos de carácter personal. El periodista le respondió de malos modos que la información es información. Pero, cuando el letrado le envío un fax con el artículo y las penas contempladas, los servicios jurídicos de la Cadena SER optaron por retirar la información. Dos horas duró el daño. Suficientes para que el letrado haya llevado a la cadena de Polanco a los tribunales.