Con la misma línea argumental que Un Dios prohibido, el martirio por la fe que sufrieron miles de religiosos durante la Guerra Civil Española, llega Bajo un manto de estrellas que recuerda los trágicos sucesos acaecidos en el convento de los dominicos de Almagro en el verano de 1936.
Bajo un manto de estrellas recrea los últimos días de la vida de unos jóvenes dominicos quienes, junto a su prior y a sus formadores, sufrieron las tropelías violentas (porque no fue un martirio rápido) y el asesinato, simplemente por ser religiosos y por encontrarse, el 18 de julio de 1936, en el convento de Almagro.
Este drama, muy bien documentado, narra todo el calvario impresionante de esos veinte religiosos que llegaron a ser expulsados de su convento y encerrados en una casa-prisión hasta el momento en que murieron perdonando a sus asesinos. Aunque algunos de ellos, a los que se dieron falsos salvoconductos, fueron masacrados en pueblos cercanos a Almagro.
Rodada en los mismos lugares donde se produjeron los acontecimientos reales, la película cuenta con el lastre de algunas interpretaciones mejorables de los actores noveles y con cierta exageración caricaturesca en la descripción de algunos de los captores. Pero, a pesar de ello, Bajo un manto de estrellas es una película meritoria y recomendable porque posee hondura dramática y describe, como ocurría en la magistral De dioses y hombres, la faceta más humana y espiritual de esos religiosos que no eran héroes sino simplemente hombres de fe.
Una película que, como ha declarado su director, Oscar Parra, "no es una película de ideologías" sino que quiere testimoniar hasta dónde llegaron esos hombres por Amor a Dios.
Para: Los que quieran conocer una de las partes más trágicas de la Guerra Civil española