Toda una operación política capitaneada por Fali Delgado con el apoyo del PSOE y de Griñán. El jefe de Cajanavarra ya no cuenta ni con el apoyo del Banco de España, ni con el de Flowers ni con el de UPN.  Por contra, el PSOE se vuelca con Cajasol

Existe un serio peligro de que las fusiones de cajas de ahorros y su correspondiente transformación en bancos (que es lo que realmente se pretende) acaben como el rosario de la aurora. El ejemplo de Banca Cívica es sintomático, por cuanto fue el primero. Enrique Goñi, director de Cajanavarra, se alió con Cajaburgos y Cajacanarias para crear el primer banco-caja español. El gobernador MAFO el apoyó con entusiasmo, incluso cuando Goñi terminó entró en un proceso que algunos califican de megalómano, consistente en hacer un banco con sede en Washington y convertido en una especie de ONG financiera, con sedes en Madrid y Washington. Eran días de vino y rosas.

Luego empezaron las dificultades, porque el fondo norteamericano J. C. Flowers & Company empezó a exigir más control accionarial por el mismo dinero, ante unas cuentas que veía poco claras.

El Banco de España exigió entonces a Goñi que se fusionara con Cajasol, la entidad andaluza, más grande en tamaño, que lidera Antonio Pulido. Perdió el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, pero siempre si Cajasol dirigía la operación.

Al final, se llegó a una preacuerdo -vendido como acuerdo definitivo. Sobre la co-presidencia, que deberían ocupar Pulido y Goñi. A partir de ese momento llegó el momento de repartir competencias.

Ahí justamente comienza la lucha política. Con Fali Delgado -el que fuera todopoderoso jefe de Gabinete del vicepresidente Alfonso Guerra-    como muñidor de la conspiración, Pulido pretende forzar a Goñi a que las dos co-presidencias consistan en que el andaluz se encargue de llevar el banco mientras Goñi se quede en su querido banco-social.

Naturalmente, el navarro no está por la labor pero cuenta con pocos apoyos políticos detrás. MAFO ya no le quiere ver porque considera que ha gastado en sedes y otros aspectos innecesarios más de lo conveniente. Y lo más grave: Goñi no cuenta con el apoyo de UPN, que desconfía de él y en especial de la que puede convertirse en la próxima presidenta de la Comunidad Foral, la actual alcaldesa de Pamplona, Yolanda Barcina.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com