El viernes 15 el libro de Bankia -que lleva Merrill Lynch- debería estar completado. La verdad es que el tramo particular de la ampliación ya está hecho, pero se resiste el tramo institucional: 1.600 millones de euros, de los que 600 serán aportados por los cinco granes bancos españoles.
En esa situación, fuentes de Bankia aseguran a Hispanidad que la colocación se llevará a cabo "sí o sí", y que no se va a aceptar el "chantaje" de los fondos, que pretende que reduzca el precio de colocación, hasta los 4 euros (el rango actual es una horquilla entre el 4,46 y 5,05 euros por acción). Los particulares sí están dispuestos a aceptarlo, los institucionales no. Para dar pistas, recordemos que los fondos califican al tramo institucional, el suyo, como "dinero inteligente", mientras el de particulares sería "dinero tonto", un lenguaje extraordinariamente revelador no sólo sobre cómo funcionan los mercados sino sobre el concepto que los intermediarios financieros tienen de sí mismos.
Pues bien, Rodrigo Rato está dispuesto, y casi forzado, a seguir adelante pese a la presión de los fondos para que rebaje el precio. Lógico, el especulador financiero no tiene vocación de permanencia, por lo que intentan comprar lo más barato para vender al día siguiente más caro. Desde luego, no se queda a cortar el cupón.
Por tanto, si se ven forzados, Bankia podría reducir el precio o conformarse con menos dinero del esperado, pero en cualquier caso seguirá delante con la operación. Además, reducir el rango tiene otro problema: las siete cajas de ahorros que lo componen (BFA) podrían perder el control de Bankia.
¿Y el Gobierno? El Gobierno fuerza a Bankia a salir por la sencilla razón de que supone una prueba del nueve para la imagen de España. Los fondos ya se están vengando por anticipado atacando con los famosos 'cortos' a la banca española cotizada pero la imagen de España quedaría muy dañada en los mercados financieros si Bankia no cotiza a partir del 20 de julio.
A partir de ahí se trata de fusionar Bankia con el BBVA, noticia adelantada por Hispanidad y de la que Rodrigo Rato y Francisco González llevan hablando desde tres meses atrás. Y ojo, porque la forma en la que se piensa es en una absorción de Bankia por la entidad con sede en Bilbao. Una absorción que podría aspirar a nuevas ayudas públicas, tal y como se les ha proporcionado a bancos que se han hecho con cajas de ahorros, especialmente CCM (fondos FGD) y Cajasur (fondos FROB).
Eso sí, queda el problema ya reseñado en estas pantallas: FG cederá el asiento de presidente a Rodrigo Rato siempre que comience su carrera política como vicepresidente económico de un Gobierno del Partido Popular. Pero esa alternativa se complica por momentos.
En cualquier caso, lo primero es que Bankia cotice la semana próxima.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com