El pasado miércoles les contábamos el caso de los clips, un producto financiero supuestamente destinado a proteger a los usuarios de las subidas de los tipos de interés. En realidad, se trataba de un swap que penalizaba al cliente del banco si el euríbor bajaba.
La mayoría de las sentencias está dando la razón a los clientes frente al banco. La última llega desde Gijón. De nuevo un tribunal ha condenado en primera instancia a Bankinter por haber omitido el deber de información. El texto íntegro puede encontrarse en la web de ASUAPEDEFIN.
Pero Bankinter no se da por vencido. El banco presidido por Jaime Botín ha emprendido una guerra contra sus propios clientes apelando todas las sentencias y preparando a su equipo jurídico para defenderse de los cientos de demandas que se le avecinan.