Eran escandalosos los sueldos y las pensiones que se habían atribuido los directivos de las cajas de ahorros.
Así que, desde mi punto de vista, el Gobierno ha actuado correctamente al limitar a 600.000 euros el sueldo de la cúpula en las entidades financieras que recibieron ayudas públicas, y a 300.000 euros en las que fueron intervenidas, más allá de que algunos directivos deban responder por una gestión dañina.
Repito, la medida de De Guindos es razonable pues el rescate público tiene sus condiciones. Hay que garantizar que el fin para el que se aportó dinero público se cumpla, los contribuyentes tenemos la sensación de que este dinero no ha servido para que fluya el crédito sino para que se lo queden los banqueros.
El Gobierno ha enviado el mensaje conveniente de que los sacrificios nos afectan a todos, especialmente a los que viven de dinero público, es importante demostrar que este dinero sí tiene dueño en contra de algunas opiniones de los miembros del Gobierno anterior.
Jesús Domingo Martínez