Hace unos días en la plaza de la Catedral, a consecuencia de un suelo mal colocado caí de bruces, quedando medio inconsciente.
Tuve la suerte de ser rápidamente atendida por dos guardias de servicio, por varios transeúntes, y una chica llamada Cristina. Entre todos hicieron menos dura esa caída innecesaria si hubiese estado el suelo correcto.
Quiero darles las gracias a los que me atendieron por su gran ayuda que fue muy oportuna y necesaria.
Sigo creyendo en mi ciudad y en las personas que la habitan.
Barcelona sí es solidaria. Gracias por ayudarme.
Asunción Villalonga