No son armas cualesquiera. Las armas que España va a vender a Venezuela, esto es, cuatro patrulleras, cuatro corbetas, dos buques-tanque, diez aviones de transporte militar C-295 y dos aviones de vigilancia marítima, servirán para ensanchar las libertades, porque el gran camino de la democracia es la paz, la no violencia. Además, claro, para deshacer el entuerto creado por el pérfido José María Aznar y dar trabajo a los astilleros españoles. El entrecomillado corresponde al presidente José Luis Rodríguez Zapatero, que ha celebrado en Caracas la gran Cumbre a cinc Lula da Silva, Álvaro Uribe, Hugo Chávez, Zapatero y Maradona, verdadero icono del nuevo indigenismo populista, la amenaza para la libertad más importante con la que hoy se enfrenta el mundo hispano.
Y todo ello ha servido (luego dirán que no hay nada nuevo bajo el sol) para que el secretario general del Partido Popular, Ángel Acebes, pergeñe una aceptable ironía: Las ansias infinitas de paz se han convertido en venta de armas a Chávez.
Zapatero lo ha explicado muy requetebién: las fragatas son para defender las costas, las costas de un país amigo y democrático, como Venezuela, y los aviones para el transporte de tropas, que, por ejemplo, luchan contra el terrorismo y el narcotráfico. O sea, que todo es material de paz para tropas en misión de paz que satisfarán sus ansias infinitas de paz.
Y todo esto, sin despeinarse.
Alguien lo debe estar haciendo muy requetebién en Moncloa. Me refiero al departamento de imagen. ¡Barroso, eres genial! La inversión directa (ojo, la directa, la importante) en España va en picado, y el Gobierno sólo piensa en lanzar globos sonda para aumentar los impuestos, pero las encuestas continúan favoreciendo a Zapatero.
El Gobierno ofende los sentimientos de los creyentes, incluso de los creyentes en el sentido común, pero es igual: este es el Ejecutivo del talante.
El Gobierno habla de diálogo, pero mantiene cerrado el diálogo con la Iglesia, con los partidos de derechas, con los intelectuales críticos, con los medios independientes de Internet y con las comunidades y ayuntamientos no afines. Pero es igual: este es el Gobierno del diálogo y hay Zapatero para rato.
El PSOE llegó al poder gracias a la guerra de Iraq y al 11-M, es decir, gracias a unas infinitas ansias de paz, pero ahora se convierte en uno de los grandes suministradores de armas a un dictador caribeño, a un golpista engrandecido por el petróleo.
El genio de La Moncloa tiene que ser por fuerza el responsable de imagen, el secretario de Estado de Comunicación. ¡Barroso, eres un genio! Cuando sea mayor quiero ser como tú. Aunque matrimonies con Carme, te seguiré admirando.
Eulogio López